2.12.24

Infante de la Marina


Infante de la marina,

con ínfulas de almirante,

el porte noble y sereno

y el alma limpia y vibrante.

La columna te sostiene,

con firmeza vigilante,

mientras tu mente se eleva

a un destino desafiante.

En tus manos, el rosario

y el libro de fe constante,

te preparas para el viaje

que es tu vida, navegante.

Pero hoy eres tan solo

un niño, en traje radiante,

que juega a ser capitán

del mar inmenso y distante. 

JJ.BECERRA